Ana, ¿Cómo llegó el Shiatsu a tu vida?

En el año 94 hice un viaje a La Bohemia en Checoslovaquia con el grupo con el que estudié Educación Social. En este viaje al campo había una monitora que hacía Shiatsu, en aquel momento ella estaba en prácticas y me preguntó si podía hacerme Shiastu en mitad del campo, y yo dije que sí. Me tumbé y ella empezó a trabajarme, nunca había recibido ninguna terapia de ningún tipo y parece que me desbloqueé tanto que me fundí con el Sol, entonces tuve una comprensión muy clara: “Vaya, es que no importa quién soy, ni de dónde vengo, ni adónde voy”, de pronto fue como que mi historia personal se esfumó y fue tan agradable y tan impactante que cuando volví a Barcelona busqué una escuela de Shiatsu.

Parece que supuso un cambio muy importante para ti.
Sí, a partir de ahí, en el año 95 empecé a estudiar en La Escuela Internacional de Shiatsu, tuve contacto con la meditación Zen que practico hasta ahora y también con la alimentación orgánica y equilibrada. Desde entonces he estudiado también en la Escuela Japonesa de Shiastu y soy profesora por la Escuela Europea de Shiatsu.

¿Y en la actualidad?

Actualmente estoy impartiendo talleres de iniciación al Shiatsu de 5 días consecutivos o de tres fines de semana en tres meses, depende del formato, para que la gente tome contacto con la técnica y si son terapeutas lo puedan aplicar en su práctica y sino con su familia o allegados.

Para los que no lo conocemos, ¿Nos podrías explicar en qué consiste el Shiatsu?
El Shiatsu viene de Japón, es una técnica manual que combina la anatomía energética, los meridianos y los puntos terapéuticos de la acupuntura, todo se hace con las manos y puede haber diferentes partes del cuerpo que también intervengan, como los antebrazos. La técnica básicamente deja caer el peso, no hace fuerza, sino más bien es acompañada con el propio peso del terapeuta, para dejar que todo se armonice y fluya.

¿Sería como un masaje?
A los terapeutas de Shiatsu nos cuesta mucho llamar al Shiatsu masaje, aunque sea terapéutico, porque consideramos que el Shiatsu es un acompañamiento vital a la persona que está en un proceso. Puede ser un proceso de recuperar la salud, de prevención de su salud o en un proceso vital importante ya sea un duelo, un cambio, una transformación…

¿Cómo beneficia esta técnica a la salud?
Cuando realizamos Shiatsu lo que hacemos es que a través de la técnica acompañamos a la persona a que evolucione en positivo dentro de su proceso vital. Trabajamos encima de los meridianos y por los meridanos es por donde pasa el Ki.

Y cuando hablamos del Ki, ¿A qué nos referimos?
El Ki o Prana en la tradición hindú es la energía vital que es la fuente de vida. Nosotros tenemos un cuerpo físico que lo que le da vida es esa energía vital que es la misma que está en el Universo, en nosotros y en todas las cosas vivas. Para que algo este vivo necesita tener Ki. El Shiatsu lo que hace es regular esa energía vital y hacer que fluya de la cabeza a los pies, de arriba abajo o de abajo arriba.

Entonces, el objetivo es que la energía fluya.
Exactamente, que no haya estancamiento. Cuando hay un proceso de estancamiento, un bloqueo o no hay una conexión de unidad entre cuerpo/mente se produce la enfermedad.

Entonces aquí lo interesante es ir desbloqueando y haciendo que las partes que están vacías se llenen, y lo que está más lleno o con contractura se vacíe, logramos tener un equilibrio y en ese equilibrio es el propio cuerpo el que se cura, se armoniza y encuentra su propia salida. Porque al final es el cuerpo el que se maneja a sí mismo.
Por lo que comentas, los conceptos de vació y lleno son importantes.
Sí, en Shiatsu el diagnóstico que empleamos es el Kyo Jitsu que significa vacío/lleno, siempre vamos a ver qué es lo que está más vacío de todo y que es lo que está más lleno, entonces trabajando los meridianos vamos equilibrando lo lleno y lo vacío conseguimos que el cuerpo entero se equilibre.

¿Cómo sería el acompañamiento del terapeuta?
El terapeuta lo que hace es dar el empujón necesario para que eso se produzca. En Shiatsu la técnica es importante, pero sobretodo es muy importante que el terapeuta tenga un buen Ki, una buena energía y conexión para poder influenciar positivamente en la energía del paciente.
Es como si fuera un ejemplo de cascada con agua y eso inspira al paciente.

¿Y una sesión de Shiatsu?
La sesión dura aproximadamente una hora y en esa hora se va a hacer una regulación general.
La persona tiene que venir con ropa cómoda y ligera, se tumba boca arriba, en Japón se usa el futón y se utiliza el suelo como soporte, acompañado por almohadones. En la primera sesión se le hace una ficha, para conocer por qué viene. Puede ser por un problema físico, un problema energético, un dolor emocional o porque quiere profundizar más sí misma.

Para hacer un diagnóstico, ¿En qué se basa?
Preguntamos la edad, sobretodo en mujeres preguntamos si tienen hijos o no, para ver el desgaste que hay, la alimentación, el sueño, la actividad física… Básicamente qué hábitos tiene la persona. Mientras nos explica también hay un diagnóstico que es visual. Tú vas viendo cómo está la persona energéticamente, si tiene vitalidad o no, como se encuentra… Es algo muy intuitivo que se va realizando paralelamente al diagnóstico escrito. Luego la persona se tumba,
se relaja y con la mano se hace un diagnóstico en el Hara, el abdomen, que es el que nos dice como está la energía vital de la persona en los diferentes órganos.
Como por ejemplo…
Cuando la persona está muy vacía de energía y el plexo solar muy duro ya sabes que eso es estrés. A veces ni está tan duro en el plexo solar y ya puedes saber que está más cansada que estresada, a partir de ahí ya vas mirando el tono, si le duele o no le duele, si se te hunde la mano o no… y vas viendo cómo reacciona.

En general, ¿Nos resulta difícil a las personas vivir en fluidez con la energía vital?
Al encarnar en materia siempre va ha haber dificultad. En la materia siempre hay un reto, hay dificultad. Si tu estas en conexión con el Universo, con la vida, te va a costar, pero lo llevas de otra manera. Pero si tú te aíslas se te corta la conexión y te quedas como en una capsula, aislado, el problema es que ahí hay mucho sufrimiento porque en aislamiento no somos nada, solamente estamos en conexión con la vida cuando estamos abiertos, fluyendo con la vida.

La propia vida te cierra una puerta y te abre otra, te da, te quita, estas en movimiento. Pero si te encasilas y te quedas solo en ti mismo, crees que no estás en conexión con nada, así no se puede
vivir, porque no es real.

¿El Shiatsu se podría complementar con otras terapias?
Creo que el Shiatsu es muy complementario a otras terapias, como por ejemplo la terapia Gestalt. Porque todos esos bloqueos emocionales de cosas que nos han pasado se quedan en
las células y el cuerpo. Aunque tú mentalmente lo entiendas y lo trabajes, ha quedado una energía bloqueada en tu cuerpo y hasta que eso no se desbloqueé, por mucho que lo entiendas mentalmente lo vas a sentir corporalmente. Por ejemplo, el Shiatsu funciona muy
bien con personas con ansiedad y depresión. Si consigues que todo tu cuerpo se armonices y lo entregas vas a trascender mucho más rápido.
Al practicar Shiatsu tu estas en un estado pasivo y presente, no tienes que hacer nada, la energía fluye y a veces tienes insights o comprensiones que te ayudan en tu proceso porque
no hay tanta resistencia mental.

En resumen, se trataría de…
De hacerse a un lado para que el flujo de la vida se armonice con el propio flujo de vida, la dificultad está ahí, es por eso que las terapias como el Shiatsu en las que estas en silencio, que participan en esta armonización, permiten espacios terapéuticos de crecimiento personal y de sanación real. Momentos para estar en unidad.
Una técnica como el Shiatsu te permite tener espacios de paz, espacios de encuentro contigo mismo, porque al final eres tu contigo mismo y simplemente el terapeuta es un ayudante para
que eso se produzca. Tú no tienes que hacer nada más que soltar la resistencia, estar en silencio y en presente todo lo que puedas y respirar.

Muchas gracias Ana,
Por Marta Navarro Boyero

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